sábado, 15 de mayo de 2021

Las clases de Educación Física

Siempre existen ocurrencias en los distintos lugares donde uno frecuenta constantemente: donde uno estudia o trabaja. La otra vez estuve en el recreo del colegio donde trabajo. Es increíble la forma en que los alumnos de primaria se divierten en el patio. Ese día, desde el segundo piso, observé a los pequeños niños. Un grupo comenzó a correr despavoridamente arrasando todo lo que encontraban en su camino. Al llegar a una esquina, todos resbalan y caían ensuciándose de tierra al mismo tiempo que se reían y burlaban unos de otros. Se ensuciaban y se daban sendos golpes entre ellos. Yo no pude impedir tal “atropello” y simplemente grité y me marché. 

En mis tiempos de estudiante en la escuela, esto nunca ocurría. Al menos no recuerdo correr despavoridamente y tirarme en el piso.

En otra oportunidad tuve la suerte de presenciar las clases de Educación Física. La clase de deportes eran realizados en un patio rodeado por columnas frente al colegio. El profesor ordenó a sus alumnos a formarse para dirigirse al patio. Ya en la cancha, los escolares se sentaron en la explanada y recibieron las indicaciones. La idea era que cuatro de los niños debían dirigir a sus compañeros mientras que cuatro de las niñas debían hacer lo mismo. La idea era que otro grupo de niños y niñas que poseían cuatro pelotas iban a disparar a sus amigos y amigas y así estarían eliminando a los otros compañeros y compañeras quienes luego se colocarían fuera de la cancha. Lo curioso de todo esto era que durante el juego hubo un amplio despliegue de caídas y roses con la tierra. Los buzos de los muchachos, del verde que era su color, pasaron a convertirse en blanco por el polvo. ¡Increíble! Los polos estaban bañados de polvo. Y ni que decir de sus rostros: ¡Todos sudorosos!

Pasados los minutos llegó el primer descanso. Los niños (principalmente) y niñas sudaban como “cerdos”. Hacía tanto calor que era justificable sus fachas mugrientas. Pero ¿Así eran las clases de Educación Física en todos los colegios? Creo que no, o al menos eso esperaba.

En mis tiempos no hubo esa necesidad de tirarse en el piso cuando nos golpeaban con la pelota. Nunca nos ensuciábamos como estos chicos de hoy. Además, no sudábamos tanto. Estos muchachitos de ahora, después de la clase de Educación Física, iban al baño a mojarse de una manera sorprendente. Se mojaban todo el polo y se cambiaban. En mis tiempos nunca hubo esa necesidad, porque no sudábamos tanto como ellos. Bastaba con mojarse un poco la cara y en casa nos duchábamos y punto. 

Espero algún día comentar con los alumnos de cuando yo era estudiante y contarles de mis clases de Educación Física, las mismas que no eran tan "escandalosas" como hoy. Bueno, los tiempos cambian.

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