sábado, 27 de marzo de 2021

¿Irracionalidad ambiental?

La pandemia y las cuarentenas persisten, y amenazan con mantenerse más de lo previsto. El año pasado, cuando se estableció la primera cuarentena, todos fuimos testigos del cambio en el mundo. La naturaleza tomó posesión de lo que por derecho le pertenecía. La contaminación disminuyó también. 

Pero a pesar de todo, nuestro planeta sigue con el problema de siempre: la contaminación, la depredación y tantas otras que muy pronto serán difícilmente combatidas. Por esa razón, el cuidado, por ejemplo, de los árboles, es importante. La supuesta modernidad no puede ser escusa para talar uno de los actores vitales que permite la vida en este mundo. 

Semanas atrás me dirigí al centro de Lima. Estando en el bus, pasé por una importante avenida, y antes de contar lo que vi en dicha carretera, me sorprendió la indiferencia de la gente cuando subía la bus. Muchas de ellas se quitaba la mascarilla facial. Irresponsabilidad total. Si bien esa imagen me indignó, mucho más indignante fue lo que sentí cuando vi aquello que les mencioné. La siguiente imagen vale más que mil palabras:
 
Antes de la pandemia iba todos los días por esa avenida. En verano e invierno, así era mi ruta por dos años y medio. En varias cuadras de la avenida, se podía ver enormes árboles. Que gran ayuda fueron todos ellos cuando el sol era insoportable en los meses de verano. Cuando el bus pasaba por esos árboles, estos nos daban la sombra que muchos pasajeros esperábamos. Era un alivio. 


Mi sorpresa fue grande al ver que esos árboles fueron mutilados. Las imágenes no mienten. Toda la parte frondosa (la copa, las ramas, las hojas) ya no estaban. Solo dejaron los troncos y una que otra rama. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Esa parte frondosa nunca chocaba con el bus, y eso que no eran nada pequeños los buses; no molestaban a los vecinos, puesto que estaban a lejos de las casas. No entiendo cuáles podrían ser los argumentos para tal crimen, porque es un crimen hacer tal bestialidad. 
Deben dejar que los árboles crezcan, que sigan su curso natural, que den el oxigeno y nos proporcionen sombra. Quizá muchos no le den la importancia debida a esto último, pero yo puedo dar fe, y la gente que veía todos los días cuando el sol era terrible en los días de verano, que la sombra que nos daban esos árboles eran un alivio. Nos protegían cuadras y cuadras de esa larga avenida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

También ocurre cuando hacen figuras de animales, le quitan todo a los arbolitos.

Efrain dijo...

Eso es terrible! Lo he visto, le quitan todo lo de arriba y el arbolito prácticamente queda desnudo.